Catamarca, un tesoro escondido entre montañas
Catamarca despliega ante tus ojos un sinfín de escenarios: desde los salares brillantes y los imponentes volcanes de más de 6000 metros, hasta las verdes yungas y los valles fértiles. Ideal para quienes buscan aventura, senderismo, travesías en 4x4 o simplemente maravillarse con la inmensidad del paisaje.
Catamarca se divide en 16 departamentos, cada uno con su propia identidad, geografía y costumbres. Desde la aridez de Antofagasta de la Sierra en plena puna hasta los valles verdes de Santa María o el corazón cultural de la capital, cada zona ofrece paisajes y experiencias únicas. Esta diversidad convierte a la provincia en un destino ideal para quienes buscan explorar múltiples caras de un mismo territorio.
La biodiversidad de Catamarca sorprende a cada paso. En las zonas altas podés cruzarte con vicuñas y flamencos, mientras que en los valles y yungas es común ver zorros, cóndores y una gran variedad de aves. En cuanto a la flora, se destacan los cardones gigantes, los algarrobos y una rica vegetación nativa que cambia con la altitud y el clima. Ideal para los amantes del ecoturismo y la fotografía.
Catamarca no se entiende sin su gente. La herencia diaguita y las influencias criollas conviven en fiestas populares, artesanías y rituales que se mantienen vivos hasta hoy. La Fiesta Nacional del Poncho es uno de los máximos exponentes culturales, donde se celebran la música, la danza y los saberes artesanales como el tejido, la cerámica y la orfebrería. Un encuentro auténtico con la historia viva del norte.